Rediseñando los negocios del futuro
Hablar de Sostenibilidad hoy en las empresas, es referirnos a la transformación de una estrategia del negocio, que busca promover el cuidado y respeto de nuestro entorno socio-ambiental, fomentando la confianza interna y tomando consciencia de los retos externos que afrontaremos todos en los próximos años.
Tras el recuento de los logros y fracasos que nos dejaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y con una voluntad de continuidad; los principales actores de esta transformación coincidieron en que la nueva ruta debería contar con algunas características primordiales como la universalidad, una agenda que pueda ser usada y aplicada en cualquier lugar y por cualquier actor; compromiso para lograr que las partes interesadas (Estado, Empresa Y Comunidad) asuman la responsabilidad de trabajar de manera conjunta y con un mismo norte, y la creación de valor compartido transformando las acciones de Responsabilidad Social en nuevas oportunidades para aprovechar el mercado y al mismo tiempo hacer frente a los retos sociales. Por ello, tomando en consideración esto, es que nacen en el 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o la denominada ruta al 2030, compuesta por 17 objetivos y 169 metas que fomentan el equilibrio entre las esferas económica, social y ambiental.
A cuatro años de haberse firmado este modelo para una prosperidad compartida, Perú ha alcanzado un índice en la escala global de 71,2 %, logrando situarse un 6.1% sobre el promedio de la Región Latinoamérica y el Caribe (65.1%) (Sachs, J., Schmidt-Traub, G., Kroll, C., Lafortune, G., Fuller, G. (2019): Informe de Desarrollo Sostenible 2019), habiendo trabajado con énfasis en el ODS 4, Educación de Calidad y en el ODS 7,Energía asequible y no contaminante, ambos considerados en la categoría “encaminados a lograr las metas propuestas”.
Aún hay mucho por hacer, sobre todo, teniendo en cuenta que el ODS 13, Acción por el clima, es uno de los más críticos para preservar nuestro futuro y en el que menos se ha trabajado, ya que el mayor problema para afrontar este Objetivo es que todos esperamos que el Estado norme las acciones de mejora para empezar a aplicarlas. Un ejemplo claro de lo mencionando, es que desde hace muchos años sabemos que los plásticos están catalogados como una de las fuentes principales de contaminación, pero recién hemos dejado de usarlas (a medias) cuando se promulga la ley N°30884 “Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables”
Asimismo, es importante resaltar, que de ninguna manera se lograrán alcanzar estos objetivos, si las empresas no asumen su rol estratégico y protagónico como agentes sociales de cambio, tanto interna como externamente. La creación de valor compartido con una visión de posicionamiento a largo plazo es hoy por hoy, la única receta para ser una empresa sostenible, respetando y fomentando los derechos humanos, la diversidad e inclusión, trabajando por acciones contra el cambio climático y la reducción de brechas sociales.
En el sector de energía, Statkraft Perú, ha implementado una estrategia de sostenibilidad desde su llegada al país con el propósito de Pure Energy, siendo 100% energía renovable y que además fomenta acciones concretas de inversión social. Algunos ejemplos son la reforestación de más de 80 hectáreas en terrenos comunales, la implementación de sistemas de riego para el cuidado y uso responsable del agua en comunidades, capacitación y empoderamiento de la mujer fomentando la igualdad de oportunidades y nuevas masculinidades, alianzas para impulsar el desarrollo de su entorno dirigidas a reducir las brechas sociales y desarrollar el comercio justo, así como la educación para el progreso en las escuelas del área de influencia y gobernanza.
Es momento de que todas las empresas nos comprometamos a poner a la sostenibilidad como uno de los ejes centrales de los negocios, este reto se puede iniciar estableciendo metas claras, compartiendo experiencias positivas y oportunidades de mejora, implementando una adecuada gestión de riesgos e impactos, así como garantizando una cultura de innovación y ética en los negocios. De igual modo, es clave generar alianzas con el estado para el establecimiento de políticas claras y apoyo interinstitucionales, alinear los ODS con los programas de Desarrollo Sostenible de cada institución y tener claro el aporte de cada una de nuestras acciones con la finalidad de cumplir con los pactos internacionales.
La cuenta regresiva ya inició, y todos somos responsables de asegurar nuestro presente sin comprometer a futuras generaciones; ya no existen esfuerzos pequeños y todos desde nuestras diferentes culturas podemos salvar el planeta.