El valor de trabajar cómodos en la oficina
El verano suele ser sinónimo de frescura y buen ánimo, donde, para muchos, la rutina se ve transformada positivamente por la llegada del sol, y con él, del calor. Pero para otros también puede ser sinónimo de incomodidad.
En este contexto, las mujeres tenemos cierta ventaja: podemos usar faldas, vestidos de verano o sandalias. Pero, para nuestros compañeros varones, lo socialmente “aceptado” es que usen pantalón e incluso en algunos trabajos camisa de manga larga y/o terno.
Hace unas semanas, uno de los chicos que forma parte del comité de diversidad de nuestra empresa, trajo la inquietud al grupo, y surgió la pregunta ¿por qué los hombres no pueden usar short, al menos en verano? Y sentí que no teníamos una respuesta sólida.
Lo que sí teníamos claro es que, en nuestra cultura, no vemos correlación entre usar un código de vestimenta formal y la productividad. Por eso, hace varios años, permitimos y fomentamos el uso de ropa de deporte durante la semana, y creemos no haber tenido menos productividad por eso, todo lo contrario, creo que hemos logrado que la gente trabaje más cómoda, y que no gaste su valioso tiempo en cambiarse para ir a hacer deporte, si no que ya esté listo para hacerlo ya sea a la hora de almuerzo o al final del día.
En nuestra cultura no vemos correlación entre usar un código de vestimenta formal y la productividad
Pero decidimos ir un paso más allá, aún conservador desde mi punto de vista, pero un paso es un paso. Y así, creamos el Short Friday, en donde cada viernes de verano los hombres serán libres de usar shorts o bermudas para trabajar. Y los resultados han sido sorprendentes. Lo anunciamos un jueves, y al día siguiente más del 50% de chicos vino a trabajar con una gran sonrisa a la oficina, y usando su short.
Quizás no debería sorprendernos tanto, pues pasamos más del 80% del día trabajando dentro de la oficina. Y cualquier iniciativa que nos haga sentir cómodos y felices, con más bienestar físico y mental, como el uso de ropa deportiva, el teletrabajo inteligente o el horario flexible, debería jugar a favor de la empresa y sus resultados.
Eso sí, a nuestros compañeros hombres les recomendamos contar con un pantalón de repuesto, en caso surjan reuniones fuera de la oficina, donde sabemos que sí existen códigos de vestimenta.
Qué tal si dejamos atrás, poco a poco, la idea de que un hombre en shorts se ve menos profesional o que esto no es adecuado porque simplemente nunca se ha hecho así. Es importante quebrar paulatinamente estos paradigmas, construyendo una cultura donde el profesionalismo se vea en las acciones de la persona, no en su vestimenta.